sábado, 10 de mayo de 2008

Familias homoparentales

Las familias homoparentales son cada vez más visibles, aunque siempre hayan existido. Muchos gays y lesbianas han tenido hijos o los adoptaron, y los criaron solos o en pareja. Cuando no había las condiciones legales apropiadas. Hoy día, con las leyes del matrimonio de personas del mismo sexo, de adopción y de reproducción asistida, la realidad homoparental ha mejorado mucho, y muchos son los que están realizando su maternidad y paternidad.

Tendría que ser algo que todos nos lo planteáramos, aunque pudiera ser para descartarlo tras cierta reflexión. Pero no negarnos el derecho a pensarlo en serio.

No somos personas de segunda, y tenemos el derecho a crear una familia con hijos propios o adoptados. Pero la homofobia internalizada nos inclina a no considerarnos aptos para ser madres y padres. Sobre todo los hombres. Nos vemos más lejos de ser padres, al tener muy metido en nuestra cabeza el mito de que un niño necesita una madre, o que son las mujeres las únicas capacitadas para criar.

El amor y la capacidad de criar hijos no están en los genes femeninos; sobre todo es algo que se aprende socialmente. En la educación de los varones, no se nos inculca la idea de criar a los hijos, como sí se hace con las niñas, aunque cada vez tenemos más ejemplos de varones que crían a sus hijos. Y es cuestión de aprender.

Muchos jóvenes, lesbianas y gays, se están planteando, cada vez más, como algo natural que tendrán hijos en un futuro, y que eso forma parte de su desarrollo como personas. Pero hasta época reciente muchos gays ni pensaban que la pareja estable fuera posible; menos aún pensaban en poder ser padres. Su vida era como una eterna adolescencia, sin tener que madurar en sus relaciones.

Mientras que las lesbianas tienen la posibilidad de tener hijos biológicos, los varones tenemos que adoptar, o criar hijos de una relación heterosexual anterior. Algunos están llegando a acuerdos con amigas para tener un hijo compartido, aunque cada uno tenga su pareja. Se crea una especie de familia reconstituida en la que los padres se hubieran separado y volvieron a unirse a otras personas.

Con el aumento de la visibilidad de las muchas familias que ya hay, y las que se vayan creando, habrá más modelos y se conocerá mejor socialmente, lo que disminuirá el rechazo social y el auto-rechazo a nuestras familias. Las que predominan son familias homomaternales (80%) frente a las homopaternales (20%) (Cifras aproximadas)

Los encuentros de familias homoparentales con sus hijos son importantísimos como forma de encontrar apoyo, modelos, visibilidad en un espacio seguro y para que la sociedad nos vaya teniendo más en cuenta.

Hay todavía mucho por hacer, aunque se ha avanzado bastante. Lamentablemente la Iglesia y las fuerzas reaccionarias lo han tomado con el tema de la adopción por gays y lesbianas y se escuchan voces terribles en contra de nuestra maternidad-paternidad, como si fuéramos auténticos monstruos, pervertidos y destructores de la familia; que le robamos a nuestros hijos su “derecho a una familia normal”, como si una familia homoparental no fuera sana, y como si hubiera un derecho natural a tener dos padres de distinto sexo, cuando cada vez se cumple menos. Nadie se escandaliza de que una viuda críe a sus hijos, de las familias reconstituidas o de hijos criados por abuelos.

No se tiene en cuenta lo importante: la capacidad de dar amor, protección, seguridad, cuidados, educación…que en general tenemos en la misma proporción o más que cualquiera, no son cualidades ligadas a la orientación sexual. Y quizás, por tener que ir contracorriente y pensarlo más, en general nuestras familias pueden ser hasta mejores, más deseadas, más cuidadas, y ser espacios seguros para esos niños, en el caso de que fueran gays o lesbianas. Algo que no han sido para nosotros nuestras familias heterosexuales.

Tener hijos lleva a tener que salir del armario ante ellos, ante la sociedad que nos rodea, ante el colegio, y curiosamente las familias homoparentales acaban convirtiéndose sin pretenderlo en verdaderos activistas de la causa LGTB y punta de lanza de transformación social. El tener que defender a nuestros niños del posible rechazo social por estar criados en nuestras familias, implica intervenir en diferentes instancias: la familia extensa, el colegio, clubes... Implica luchar para conseguir que tengan los mismos derechos que los demás niños, en una sociedad homófoba. Y este es nuestro reto: conseguir una sociedad más diversa y mejor.

Direcciones útiles

www.familieslg.org Associació de famílies lesbianes i gais. Grupo catalán que defiende los derechos de las familias homoparentales y organiza reuniones para difundir la igualdad y la diversidad y aportar ayuda y encuentros a las madres y padres que quieran. Es importante encontrarse con otras familias, lo que permite a niños y niñas y sus madres y padres, socializarse en un ambiente seguro, con otros pares que tienen las mismas circunstancias. Hay muchos enlaces y bibliografía, (que aunque en catalán, puede existir en castellano).

www.felgt.org La FELGBT, Federación estatal de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales, tiene un área, dedicada a nuestras familias, y se pueden encontrar en su web materiales muy interesabtes. También puede permitir contactar con ellos y localizar asociaciones cercanas que lleven el tema de familia.

noviembre 2007
Artículo mío publicado en Zero 103.

3 comentarios:

Azucena dijo...

Hola:

Me llamo Azucena.
Estoy desarrollando un trabajo sobre la homoparentalidad desde el punto de vista del psicoanálisis, ya que forma parte de mi tesina para el master que termino este año.

Tenía interés en contactar con José Igancio Díaz de Carvajal, vía e-mail o teléfono (pinchando en la parte de contacto del blog no me permite ver la dirección e-mail). Por si me pudiera ayudar con algunos aspectos de mi trabajo.

Muchas gracias

José Ignacio Díaz Carvajal dijo...

Estimada Azucena,
aquí tienes mi correo:
jidc@ono.com

Un saludo y escríbeme

Roma dijo...

Estimado José: me gustaría poder estar en esta página, en als familias monoparentales. Te invito a que puedas pasar por mi blog. Gracias, te seguiré leyendo